VIOLENCIA FAMILIAR

BIENVENIDOS A ESTE LUGAR DE INFORMACION !!! CON EL UNICO FIN DE INFORMAR Y HACER PREVENCION DE SUCESOS POR LOS Q ESTAN PASANDO MUCHAS MUJERES Y NIÑOS,CADA VEZ MAS GRAVES Y MAS VIOLENTOS.....EN MUCHISIMOS CASOS CAUSANDO LA MUERTE....DIGAMOS NO!!! AL MALTRATO ,VERBAL Y FISICO....INFORMATE....APRENDE A LUCHAR POR TUS DERECHOS...A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS!!! TODOS MERECEMOS SER RESPETADOS Y SER FELICES!!!!DE NUESTRO COMPROMISO DEPENDERAN LAS VIDAS ..DE UN HIJO ,DE UNA AMIGA,DEL VECINO ...Y NUESTRA PROPIA VIDA!!!

martes, 17 de agosto de 2010

Perfil de la Mujer Maltratada

El concepto de mujer maltratada hace referencia específica al género femenino, en un contexto social en el cual la mujer reviste una posición de inferioridad, dado que aún hoy en la sociedad el hombre detenta el poder prevalente.




En tal sentido compete a la mujer demostrar a través de su capacidad personal que puede ocupar posiciones sociales de envergadura, mientras que al hombre las mismas le resultan adscriptas por su condición de género, sin necesidad de acreditación específica. Consecuentemente, de manera abierta o encubierta, el rol social de la mujer implica notorias desventajas, que la tornan susceptible de mayores abusos y malos tratos.



El concepto de mujer maltratada es una construcción teórica que permite un mejor enfoque de un serio problema social, tras el cual se congregan innumerables casos y secuencias personales, con matices muy particularizados, que sufren directa o indirectamente malos tratos, y también aquellos casos de evidente exposición a los mismos. Por ello este concepto no es una etiqueta estigmatizante que congela a un individuo en una posición social valiosa, sino una generalización definida, a partir de uniformidades evidenciadas en el reconocimiento de vastísimos casos particulares, que asegura un mejor análisis global, premisa indispensable para la evaluación de las perspectivas preventivas y correctivas pertinentes.



Dadas las condiciones sociales que enmarcan al problema, nadie puede perfilarlo como un tema ajeno, pues todos de alguna manera somos susceptibles de ser alcanzados por él.

En función de estas posiciones previas cabe explicarse los lineamientos generales que perfilan la “mujer maltratada”.



La psicóloga norteamericana Lenore E. Walker, precursora de los trabajos en esta problemática, en su clásico libro “The Battered Woman” (New York, 1979), la describe así: “Una mujer golpeada es una mujer que ha sido repetidamente sometida a coerción física o psicológica por un hombre para que ella hiciera algo que él deseaba, sin tomar en cuenta los derechos de ella. Mujeres golpeadas pueden ser esposas u otras mujeres con diferentes tipos de relaciones íntimas con los hombres. Para categorizar a una mujer como golpeada la pareja debe haber pasado por el ciclo de la violencia al menos dos veces. Cualquier mujer puede hallarse en una relación abusiva con un hombre una vez. Si ocurre una segunda vez, y ella permanece en la situación, se la define como mujer golpeada”.



La sola remisión a la fecha de publicación de esta investigación demuestra su carácter pionero en el tema de la violencia familiar, el cual se proyectó y aún continúa con su instituto, de reconocida trayectoria a nivel internacional; pero a la vez llama a reflexionar sobre lo novedoso del tratamiento de un tema que data desde la antigüedad.



La Dra. Walker se refiere a la “mujer golpeada”, concepto que, siguiendo a la Lic. Graciela Ferreira, se prefiere ampliar a “mujer maltratada”, ya que es más adecuado referirse a “maltrato”, en razón de que el mismo comprende todo tipo de abuso, que a la denominación golpeada, que remite a un encuadre directo de connotaciones físicas. Los tipos de coerción apuntados por la Dra. Walker se discriminan en físicos o psicológicos; pero pareciera más ajustado y actual ampliar su espectro, incorporando las categorías de coerción moral, religiosa, financiera y sexual, entre otras, sin que ello requiera plantearlas como categorías excluyentes, ya que pueden presentarse separadas o simultáneamente. Así el abuso físico por lo general va acompañado de coerción psicológica y puede o no presentar violencia sexual. Continuando con la definición, en la misma se hace referencia exclusiva al “hombre” como persona que ejerce coerción hacia la mujer; pero es precisamente a partir de la experiencia en el trabajo con mujeres que procede ampliarlo a las relaciones:



1) con personas del mismo sexo;

2) de los hijos hacia sus madres;

3) de ellas como víctimas de violencia hacia sus hijos; y

4) en sus familias de origen la violencia de los padres a sus hijas mujeres.

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