VIOLENCIA FAMILIAR

BIENVENIDOS A ESTE LUGAR DE INFORMACION !!! CON EL UNICO FIN DE INFORMAR Y HACER PREVENCION DE SUCESOS POR LOS Q ESTAN PASANDO MUCHAS MUJERES Y NIÑOS,CADA VEZ MAS GRAVES Y MAS VIOLENTOS.....EN MUCHISIMOS CASOS CAUSANDO LA MUERTE....DIGAMOS NO!!! AL MALTRATO ,VERBAL Y FISICO....INFORMATE....APRENDE A LUCHAR POR TUS DERECHOS...A PESAR DE LAS CIRCUNSTANCIAS!!! TODOS MERECEMOS SER RESPETADOS Y SER FELICES!!!!DE NUESTRO COMPROMISO DEPENDERAN LAS VIDAS ..DE UN HIJO ,DE UNA AMIGA,DEL VECINO ...Y NUESTRA PROPIA VIDA!!!

lunes, 23 de agosto de 2010

PREVENCIÓN E INTERVENCIÓN EN LA DINÁMICA DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La amenaza de ejercer violencia y su ejercicio al interior de la familia son conductas aprendidas y reforzadas por la violencia en los medios y en la sociedad y por la estructura tradicional de dominación en la familia. Con frecuencia aquellos que ejercen la violencia fueron víctimas u observadores de ella en sus familias de origen.




Desde un punto de vista sistémico las complejas conductas disfuncionales que hay trás la denominada "violencia intrafamiliar" son manifestaciones de desordenes o implicaciones sistémicas que tienen su origen en dos tipos de eventos en la historia familiar de los perpetradores y de las victimas:



•eventos acaecidos en la familia de origen de uno o de ambos miembros de la pareja que han quedado inconclusos. Ellos pueden haber tenido como protagonistas de injusticias, actos de violencia y/o culpabilidad no asumida, a personas de otras generaciones. Sus consecuencias se vienen repitiendo y seguirán repitiéndose a lo largo de muchas generaciones si los hechos acaecidos no son reconocidos y concluidos apropiadamente en el contexto del alma familiar.

•eventos que han afectado el equilibrio en la relación de pareja o actos graves en los que se ha implicado uno o ambos y no han asumido responsablemente sus consecuencias o sus culpas. En estos casos la violencia intrafamiliar es una manifestación de desordenes asociados a otras conductas disfuncionales, como por ejemplo el incesto, los celos, el alcoholismo, destinos familiares difíciles tales como la discapacidad de un hijo, la homosexualidad no asumida..

Un nuevo método psicoterapéutico, creado por el alemán Bert Hellinger, nos ha permitido observar estos eventos cargados de altos niveles de energía afectiva que han sido bloqueados y cómo se expresan a través de sentimientos o emociones sustitutas que resultan incomprensibles incluso para quién las manifiesta, y no se pueden resolver sin una mirada al sistema completo en que se ejercieron.



Así, por ejemplo, si el dolor por actos de violencia perpetrados contra uno por un ser querido no es reconocido y sentido, éste nos lleva paradójicamente a la ceguera ante las propias conductas violentas; por el mismo mecanismo, la negación de una culpa no reconocida de otros miembros del sistema familiar y que no ha sido compensada apropiadamente, se expresa a través de actuar un papel de victima o de victimario de un descendiente a pesar de que éste no tuvo ninguna responsabilidad en los hechos negados o silenciados.



En el enfoque ante la violencia se considera que las causas de esta conducta se hallan en el ámbito de la historia de los afectados y que su curación depende del reconocimiento de la necesidad de poner en orden algo en la psiquis o alma de la familia de origen y/o actual de uno o de ambos integrantes de la pareja.



También es preciso dar herramientas para el manejo de conflictos a quienes ejercen la violencia, proveer a las victimas de habilidades para confrontar en forma apropiada a quienes los hacen objeto de su violencia y fijar límites y aprender a mantener el delicado equilibrio entre dar y recibir de lo bueno y lo malo en el intercambio conyugal.



El trabajo con grupos en que participan miembros de familias, afectadas en diversos grados por el fenómeno de la violencia intrafamiliar, debe estar libre de juicios morales o éticos. Es necesario mirar a los individuos, incluidos a los perpetradores de la violencia, como a niños que obedecen los estándares válidos en su familia de origen. Si se desviaran de ellos, se sentirían culpables y no aceptados ya en su familia de origen. Es aún más difícil cuando esos estándares operan no sólo en la propia familia sino en otras del grupo de referencia de los concernidos. Entonces la presión por seguir esos estándares es aún mayor. Con este trasfondo se puede mirar a las familias de las victimas y los perpetradores de una manera más relajada y con el ánimo de comprenderlas. Así ambos pueden tener un lugar en el corazón del terapeuta y del grupo.



También es preciso estar consciente de que la gente está identificada con perpetradores, entre sus antecesores, que fueron condenados sin reconocer que estaban implicados sistemicamente. Aquí cabe realizar ejercicios en que los perpetradores ya fallecidos y sus victimas encuentran paz al unirse en un pesar común, lo que facilita la ocurrencia de cambios significativos en las familias.



Es posible observar algunos signos en determinadas etapas de nuestra relación de pareja.

En el noviazgo

Últimamente son frecuentes las noticias de mujeres heridas o golpeadas, inclusive muertas, por sus esposos. Las que han buscado ayuda han reconocido que desde la época de sus noviazgos aparecían detalles que al pasarlos por alto no les permitieron darse cuenta de lo que vendría después.



Cuando uno se enamora suele ver todo "color de rosa". La figura de la otra persona aparece ante nuestros ojos como perfecta. Si le vemos algún pequeño defecto, corremos inmediatamente a buscar una justificación o lo vemos como un asunto pasajero.



El excesivo control de nuestros actos

Si él, por ejemplo, llama constantemente al trabajo o a la casa para saber qué está haciendo ella, se toma como un signo de amor y de preocupación hacia la mujer amada. Si se enoja porque llegamos 10 minutos tarde a la cita, lo atribuimos a un exceso de responsabilidad y puntualidad.



Muchas veces no es hasta que se ha establecido el matrimonio que comenzamos a darnos cuenta quién es realmente la persona que tenemos al lado y nuestra primera sensación es la de habernos casado con un extraño al que hay que dar cuenta de todo, cumplir horarios severamente estrictos y que socava poco a poco nuestra capacidad de decidir y autoestima.



Algunas frases comunes a las que generalmente no prestamos atención son: ¿a dónde vas?, ¿con quién?, ¿por qué?, ¿vas con esa ropa tan provocativa?, ¿a qué hora regresas?, ¿lo saben tus padres? ¿esa amiga yo la conozco?, ¿dónde vive? Y otras que nos parecen puro interés amatorio pero que luego se convierten en motivos de gran ansiedad por si casualidad la hora que dijimos se va a extender o si hubo improvisaciones de último momento que luego él no va a comprender y les va a otorgar otros significados.





El afecto para ellos no es compartible

La primera etapa pudiera decirse que transcurre fundamentalmente en ese tipo de control posesivo. Es importante observar cómo reaccionan ante el amor que podemos sentir hacia otras personas. A ellos les molesta en demasía el cariño hacia familiares, amigos e hijos. Los celos de este tipo prácticamente aparecen en todos los hombres violentos. Es por eso que el nacimiento de los hijos desemboca muchas veces en episodios violentos. Ellos sienten que ya no tienen todo el cariño, que el bebé se lleva la mayor parte, que están desatendidos y por lo general, son incapaces de manejar adecuadamente la situación.



Desean todo nuestro tiempo, pensamientos y devociones para estar seguros de nuestro afecto. Por lo general son personas con baja autoestima que necesitan constantemente una reafirmación de nuestros sentimientos.



¿Conociste bien a su familia de origen?

Es muy importante conocer a la familia del futuro esposo y cómo transcurrió su infancia. Los hombres violentos en su mayoría proceden de hogares donde eran comunes las discusiones, insultos, desvalorizaciones, roturas de objetos, golpes, etc. No todas las personas que tuvieron un hogar así son violentas, pero existen muchas posibilidades de que repitan el modelo familiar cuando establezcan sus propias familias.



La violencia no siempre tiene que ver con los golpes. Las descalificaciones, desvalorizaciones e insultos son síntomas que indican la presencia del fenómeno. Frases comunes son: "Así no se hace eso", "Déjame a mí que tú no sabes", "Eres muy lenta", "Cállate, no seas tarada", "¿qué decís?, si de esto tú no sabes", etc.



El dinero, otro aspecto de la violencia

Otras formas de violencia tienen que ver con lo económico. En estos casos, el hombre mantiene el control del dinero, supervisa en qué cosa se gastó algo por mínimo que sea y la mujer tiene que pedir, a veces, hasta para compras muy pequeñas, como leche, bizcochos, etc.



Cualquier tipo de manifestación de violencia puede convertirse en otra. A medida que avanza la relación, de los insultos se puede pasar a romper objetos, de eso a los golpes y si no hay una detención del problema se puede llegar hasta la muerte.

Mitos acerca de la Violencia Intrafamiliar

El problema de la violencia familiar está muy exagerado.




El maltrato es la causa más común de lesiones o daño en la mujer, más aún que los accidentes automovilísticos, violaciones o robos combinados. Las secuelas de la violencia doméstica producen altísimos costos al estado y a la sociedad en general. La violencia física es la causa de un cuarto de todos los intentos de suicidio realizados por la mujer. El 50% de los hogares padece de alguna forma de violencia. Debido a la proyección estadística de la violencia Intrafamiliar se irá incrementando con el paso del tiempo si no hacemos algo para detenerla.



Hombres y mujeres han peleado siempre; es natural.



En cada familia o relación existen conflictos ocasionales o más o menos permanentes, pero no hay necesidad de resolverlos mediante la violencia. El maltrato es un crimen de abuso, poder y control. El golpeador habitualmente piensa que tiene el derecho de controlar a su pareja y/o niños por cualquier medio, aún a través de los golpes. La violencia no es una manera aceptable ni justificable para solucionar problemas, aún cuando sólo sea ocasionalmente.



La violencia intrafamiliar es un problema de las clases sociales bajas y de las poblaciones marginales.



La violencia intrafamiliar se produce en todas las clases sociales, sin distinción de factores sociales, raciales, económicos, educativos o religiosos. Las mujeres maltratadas de menores recursos económicos son más visibles debido a que buscan ayuda en las entidades estatales y figuran en las estadísticas. Suelen tener menores inhibiciones para hablar de este problema, al que consideran "normal". Las mujeres con mayores recursos buscan apoyo en el ámbito privado y no figuran en las estadísticas. Cuanto mayor es el nivel social y educativo de la víctima, sus dificultades para develar el problema son mayores, por diversas razones. Sin embargo, debemos tener en cuenta que la carencia de recursos económicos y educativos son un factor de riesgo, ya que implican un mayor aislamiento social.



El maltrato generalmente se produce una sola vez.. Debería ser un asunto familiar privado, no un crimen.



El incidente de maltrato rara vez es un hecho aislado. En realidad el maltrato generalmente se produce como una escalada en frecuencia e intensidad, con el agravante de tener un comienzo insidioso (la víctima no lo nota al principio). La incidencia posterior de la violencia es menor cuando el golpeador es denunciado o arrestado, que cuando la policía separa a las partes o actúa como mediadora. Las mujeres maltratadas se merecen la protección que, además, es su derecho, del sistema judicial y policial y necesitan de los recursos que la comunidad puede brindar. La mayor parte de las mujeres que consulta lo hace después de haber padecido un promedio de 7 años de violencia doméstica.



Si la mujer maltratada realmente quisiera, podría dejar a su abusador.



Muchas mujeres dejan a sus parejas. Muchas mujeres que se divorcian por abuso eligen no hablar de la violencia. Sin embargo existen razones sociales, económicas, culturales, religiosas, legales y/o financieras que mantienen a las mujeres dentro de la relación. El miedo es otra de las razones que las hace permanecer en sus hogares. Los peores episodios de violencia suceden cuando intentan abandonar a su pareja. Los golpeadores tratan de evitar que las mujeres se vayan a través de amenazas de lastimarlas o matarlas, de lastimar o matar a sus hijos, de matarse ellos o de quedarse con la tenencia de los chicos.



Las actitudes sociales, tales como la creencia de que el éxito del matrimonio es responsabilidad de la mujer y que las mujeres lastiman a sus hijos si los privan de su padre, sin importar cómo actúe él, mantienen a muchas mujeres dentro de la relación violenta. Además, las mujeres con chicos que abandonan el hogar tienen el 50% de posibilidades de verse económicamente perjudicadas y terminar viviendo por debajo de niveles de pobreza.



No existe la violación conyugal.



Por lo menos una quinta parte de las mujeres maltratadas son forzadas a mantener relaciones sexuales durante el episodio de violencia o inmediatamente después. De la misma manera son forzadas a realizar actos sexuales indeseados.



El embarazo detendrá la violencia.



Frecuentemente hay un aumento de la violencia durante el embarazo y muchas veces el primer episodio de violencia física se produce durante el embarazo. Generalmente los golpes se dirigen especialmente al vientre de la mujer, produciéndole un aborto o complicaciones en el embarazo.



Muchas jóvenes inician una relación con un hombre violento al quedar embarazadas.



Los chicos no se dan cuenta de que su madre es golpeada, por lo cual no son afectados.



Al menos en la mitad de los hogares en los que la madre es maltratada, también lo son los niños. También pueden ser lastimados por la violencia en contra de su madre, a través de objetos voladores, o mientras están en sus brazos. Aún cuando los niños sólo sean testigos de la violencia contra la madre, las consecuencias para su salud y su supervivencia son graves. Frecuentemente son ellos quienes instan a la madre a abandonar la relación violenta o quienes se interponen entre los padres para proteger a la madre.



Los varones tienen más posibilidades de convertirse en violentos cuando crecen. Las niñas aprenden que la sociedad acepta la violencia hacia las mujeres.



Los niños que viven en hogares violentos se sienten asustados y confundidos. Están en un alto riesgo de experimentar problemas de conducta, aprendizaje, problemas físicos relacionados con el stress y problemas de adicción. Los niños aprenden mientras observan y ven que la violencia funciona (se consigue lo que se busca) especialmente si se utiliza contra alguien menos poderoso. Aprenden que está bien solucionar problemas y controlar a los demás mediante la violencia, especialmente cuando no hay ninguna intervención que frene la violencia.



Las mujeres maltratadas son masoquistas y locas, provocan y disfrutan del maltrato.



Las mujeres no provocan ni merecen el maltrato. Merecen una vida libre de violencia. De la misma manera que sucede con la violación, se hace el intento de acusar a la víctima del comportamiento del atacante. Los golpeadores comúnmente echan la culpa de su comportamiento a frustraciones menores, al abuso de alcohol o drogas o a lo que su pareja pudo haber dicho o hecho. La violencia, sin embargo, es su propia elección. No conocen maneras no violentas de manejar su enojo.



Las reacciones de la mujer maltratada frente a la violencia son normales y necesarias para sobrevivir, dadas las circunstancias. Ella no está loca ni disfruta del maltrato. Generalmente lo que siente es miedo, impotencia, debilidad y vergüenza. Sigue ilusionada en que su pareja va a cambiar. El muestra remordimientos o promete que va a cambiar.



Los hombres que maltratan a sus mujeres están enfermos y no son responsables por sus acciones.



El maltrato es un comportamiento aprendido de las experiencias de la infancia y de los mensajes sociales justificando la violencia contra las mujeres. Los hombres que maltratan a sus mujeres o a sus hijos son, por lo general, sumamente seductores y agradables. También son excelentes vecinos y cumplidores en el trabajo. Si realmente estuvieran enfermos serían violentos no sólo dentro del hogar, sino también fuera de él. Pocos de ellos presentan alguna patología, sólo un 10% de los casos. Los golpeadores no están fuera de control y acusan a sus parejas de provocarla. Este mito permite justificar la violencia, evitando que la sociedad sancione el maltrato.



La violencia familiar es provocada por el alcohol y las drogas.



El alcohol y las drogas son factores de riesgo, ya que reducen los umbrales de inhibición, pero no producen la violencia. La combinación de modos violentos para la resolución de conflictos con adicciones o alcoholismo suele aumentar el grado de violencia y su frecuencia. Muchos golpeadores no abusan ni de las drogas ni del alcohol y muchos abusadores de drogas o alcohol no son violentos. Son dos problemas separados que deben ser tratados por separado.



Los violentos no cambian.



Los hombres que golpean pueden aprender a ser responsables de su propio comportamiento y pueden aprender modos no violentos de actuar o comunicarse. Obviamente, los cambios sólo se producirán si el violento toma conciencia de su problema y desea solucionarlo.



Una vez que se detienen los golpes, todo va a estar bien.



El abuso psíquico, emocional y sexual generalmente son anteriores a los golpes y continúan aún cuando éstos se hayan detenido. Estos comportamientos también deben cesar para poder comenzar el proceso de reparación. Las mujeres maltratadas sienten miedo, ansiedad, indefensión, ira y vergüenza. Se desarrolla una muy pobre autoestima debido a los constantes insultos y desvalorización de su pareja. Habitualmente es aislada por su pareja y ha perdido contacto con amigos y familia. Suele estar asustada de ser culpabilizada por ellos de la violencia. El soporte de amigos, familiares y la comunidad son necesarios para reconocer sus fuerzas y para creer que ella es una buena persona que merece una vida libre de violencia. La recuperación de la violencia es un proceso que puede llevar un tiempo muy largo.



La violencia emocional produce secuelas tan severas que muchas veces se diagnostican psicopatologías graves como consecuencia del maltrato.



La violencia doméstica sólo es un problema familiar.



Es un crimen contra la sociedad agravado por el vínculo, de la misma manera que lo es la violencia entre extraños,. Problemas sociales como el alcoholismo, las adicciones, la delincuencia juvenil, el suicidio y la fuga de hogar aumentan cuando hay violencia en el hogar. Las empresas pierden billones de dólares al año debido al ausentismo y la baja productividad resultante de la violencia intrafamiliar. Los costos médicos producidos por violencia intrafamiliar ascienden a millones de pesos. Las comunidades gastan millones de pesos al año en intervenciones a través de los programas de asistencia y prevención de la violencia.

Por qué se mantiene la mujer en esta relación?

La persona abusada se vuelve codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si fueras un animal, eso es depender de esa persona.




Otro motivo por el cual algunas mujeres no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos". "¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.



¿Qué es mejor, tener un padre que golpea a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad, la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero la separación es, a veces, menos dañina.



A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.



Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato".



Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.



En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.



Lo peor es que la mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.



Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.



El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.



Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.



El porqué de la violencia doméstica

Primero hay una raíz cultural histórica. Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la alimentación.



No crea que en EE.UU.. no se golpea a la mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de matar al hijo cuando no le obedecía.



Otra causa es la cultura actual. La gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han callado.



La violencia doméstica ocurre en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga de eso.



Entre blancos, negros, amarillos, católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como deben ser.



Otra causa de este problema son los medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos los días, se le insulta, se le veja, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con su marido? Tiene el derecho a decir que no, todo el derecho del mundo.



En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.



Cuando uno toma alcohol o usa cualquier droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50 % de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de nosotros mismo, en España.



Los recuerdos, los valores, los consejos, cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia doméstica.



A pesar de la llamada "liberación femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.



Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.



Ese aprendizaje negativo se arraiga tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la "glorificación" de la violencia en los medios de comunicación, podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.



La experiencia enseña que muchos de los abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho mayor.



¿Qué pasa con las víctimas de la violencia familiar?

Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, que muchas veces no toma debidas cartas en el asunto. Y ocurre, además, lo que no quisiéramos que ocurriera: La víctima también se vuelve violenta.



Entendemos que las personas que sufren hambre endémica se subleven y hasta se alcen en armas. ¿Por qué no entendemos que una mujer pisoteada, escarnecida, degradada en lo más íntimo de su ser pueda explotar y volverse violenta? Eso, aunque no se justifique, se explica.

Manifestaciones de violencia psicológica:

a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.




b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.



c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.



d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.



e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.



f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.



g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.

Las causas de la codependencia

En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas codependientes han sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea físico o emocional.






El codependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la bebida, etc. El codependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.



Cada uno de nosotros tenemos una necesidad innata de recibir amor. A esta necesidad la podemos llamar "el tanque del amor". Al nacer el niño, ese tanque está vacío. Si los padres son personas emocionalmente sanas cuyos tanques de amor están llenos, pueden llenar el tanque de sus hijos y estos crecerán y se desarrollarán psicológicamente sanos. Sin embargo, si uno de los padres o ambos no tenían lleno su propio tanque, lo más probable es que el niño no reciba suficiente amor porque su padre o su madre no lo tuvieron para darlo. Esta falta de amor deja cicatrices en el alma de los niños que llevan a ciertos comportamientos disfuncionales en la adultez, como la codependencia. El codependiente no puede dar lo que no recibió, por lo tanto, la codependencia se convierte en un círculo vicioso que continúa de generación en generación si no se busca ayuda psicológica.



Los niños de familias disfuncionales crecieron sin haber escuchado mensajes importantes de sus padres tales como ; "eres muy inteligente", "estás haciendo un buen trabajo" o "gracias mi amor, agradezco mucho tu ayuda." Debido a ello al crecer se sienten abandonados, tienen baja autoestima y buscan la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismos. A veces su hambre de amor y aprobación son tan grandes al llegar a la adolescencia o la adultez, que están dispuestos a soportar cualquier cosa, con tal de recibir aunque solo sean "migajas" de cariño y atención.



Dinámica de la VIF:

Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.



FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION

La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres fases:



•A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.

•Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.

•El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.

•La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico.

•La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más silenciosos, etc.

•El abuso físico y verbal continúa.

•La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.

•El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)

•El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.

Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.



FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA

•Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas

•El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer.

•Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.

FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL

•Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.

•En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.

•Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.

•A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.

Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.



El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.



Personalidad del maltratador:

Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivos.



Los agresores trasladan habitualmente la agresión que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres.



Maltratador, frecuentemente es una persona aislada, no tiene amigos cercanos, celoso (celotipia), baja autoestima que le ocasiona frustración y debido a eso se genera en actitudes de violencia.



Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales:



Pit bull:



•Solamente es violento con las personas que ama

•Celoso y tiene miedo al abandono

•Priva a pareja de su independencia

•Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja

•Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión

•Tiene potencial para la rehabilitación

•No ha sido acusado de ningún crimen

•Posiblemente tuvo un padre abusivo.

Cobra:



•Agresivo con todo el mundo

•Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres

•Se calma internamente, según se vuelve agresivo

•Difícil de tratar en terapia psicológica

•Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.

•Posiblemente haya sido acusado de algún crimen

•Abusa de alcohol y drogas.

El pitbull espía a su mujer, es celópata, cae bien a todas las personas, excepto a sus novias o esposas. El cobra es un sociópata, frío, calculador, puede ser cálido. El maltrato no cesa por sí solo.



Después de que la mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento.



En ocasiones la violencia del maltratador oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.



La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.



Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.



La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.



La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente como loca..



A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.



Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.



Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo.



Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".



Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.



La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas.



Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.



También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te voy a dar la mensualidad".



Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..."



Las amenazas a través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son abusos psicológicos que preceden al abuso físico.



Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los insultos, los desprecios se clavan en el corazón.

violencia Intrafamiliar

Vamos a definir la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual.










Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica.



Hay autores que señalan que la violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.



El niño y la niña golpeados

Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo.



Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.



Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso.



¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo.



Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.



Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.

Material de Prevención: La caja dorada-Adaptación y texto: Lic. Graciela B. Ferreira


Un hombre castigó a su pequeña niña de tres años por desperdiciar un rollo de papel de envolver dorado. Se acercaba la Navidad. El dinero era escaso en esos días. Cuando vio a la niña tratando de forrar una caja, explotó una furia acusándola de derrochona.


Sin embargo, a la mañana siguiente la niña llevó el paquete a su padre y le dijo: “Esto es un regalo para vos, papito”.

Él se sintió avergonzado de la reacción del día anterior.

Pero volvió a enfurecerse cuando vio que la caja estaba vacía.

De nuevo comenzó a gritar diciéndole a la hijita: “¿No sabés que cuando le das un regalo a alguien se supone que debe haber algo adentro?”.

La chiquitita miró hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo: “Papito, no está vacía. Yo soplé besos adentro de la caja. Todo para vos, Papi.”

El padre se sintió morir. Puso sus brazos alrededor de su niña y le suplicó que lo perdonara.

Se cuenta que el hombre guardó esa caja dorada cerca de su cama por años y, siempre que se sentía derrumbado y triste, tomaba de la caja un beso imaginario. Recordaba el amor que su niña había puesto ahí para él a pesar de que muchas veces la había maltratado.







Es una forma muy sensible, cada uno de nosotros hemos recibido un recipiente dorado, lleno de amor incondicional y besos de nuestros hijos e hijas, de los amigos, de la familia o de Dios.

Nadie podría tener una propiedad o posesión más linda y valiosa como ésta.

Las personas adultas nos hemos olvidado del mundo infantil, de sus particularidades, de nuestros propios sentimientos de la infancia.

No reparamos que dada ser humano tiene formas creativas de actuar que muchas veces no comprendemos. Y cuando algo nos molesta lo castigamos sin intentar entender ni reflexionar.



¿Cuántas veces castigamos a las niñas y niños, o a otras personas, antes de detenernos a averiguar con serenidad cuáles fueron sus intenciones, sentimientos y pensamientos?

Material de Prevención CUENTO -Los Clavos y las personas queridas

Cuento anónimo. Adaptación y texto: Lic. Graciela B. Ferreira



Había un niño que se había acostumbrado a maltratar a familiares y amigos.

Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma con alguien debía clavar un clavo en la cerca del patio de la casa.

El primer día el niño clavó treinta y siete clavos en la cerca... Pero poco a poco fue tranquilizándose porque descubrió que era mucho más fácil suavizar su carácter que clavar los clavos en la cerca que era bastante dura.

Al fin llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre. Entonces el padre le sugirió que por cada día que controlara su maltrato podía sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el niño pudo decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. Entonces el padre llevó de la mano a su hijo a la cerca del patio...

"Mira hijo, has hecho bien... Pero fíjate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con ira, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien. Aunque lo vuelvas a sacar, ya la herida quedó hecha.

No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí... y una herida verbal o emocional es igual de grave que una herida física.

Los amigos, las personas queridas, aquellos que te aman o que se interesan por ti, son las verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Te sonríen y te animan a mejorar. Te escuchan y te dan un mensaje de aliento. Siempre tienen el corazón dispuesto a recibirte".



Demuéstrales a sus familiares y amigos cuánto los quiere. Comparta este mensaje para ayudar a que todos reflexionen sobre esta historia.







El maltrato emocional es una forma de abuso que daña, enferma, desgasta y anula a quien lo recibe. Puede ser muy sutil y la víctima no reconoce que está siendo sometida y manipulada.

Todas las formas de violencia se basan en el maltrato emocional, dejando una herida profunda en la autoestima de la persona.

Pida ayuda, aprenda a protegerse y a defender sus derechos.







Si Ud. maltrata emocionalmente a otros, puede recibir ayuda para conocer otra forma de comunicarse, revisar como le trataron en la infancia, descubrir para qué necesita herir a quienes tiene cerca, transformar los modelos que marcaron su conducta.

¿Qué hacer ante los malos tratos en el ámbito doméstico?

(Adaptado de la página web del área de acción social y participación ciudadadana del Ayuntamiento de Valladolid)




•Asistencia médica. Si se necesita asistencia facultativa, lo más oportuno es dirigirse al ambulatorio o Centro de Salud o al servicio de urgencia de los hospitales. El diagnóstico, las lesiones observadas y el tratamiento prescrito por el médico tendrán su importancia para que en el posterior juicio la sentencia se ajuste a los hechos denunciados, por eso es importante NO OLVIDAR solicitar el duplicado del informe médico o del parte de asistencia en el que conste que las contusiones o lesiones se han producido por una agresión física.



•Presentar una denuncia. Como los malos tratos suelen desarrollarse en el ámbito doméstico o en la más estricta intimidad, sin la presencia o incluso con la complicidad de testigos, es la víctima de las agresiones quien debe tomar la decisión de romper con su silencio.



•Objetivo de la denuncia. Con ella, se comunica verbalmente o por escrito a la autoridad judicial, Ministerio Fiscal o Policía la comisión de un hecho presuntamente delictivo. Se ponen así en marcha los medios adecuados para defender la dignidad de la mujer maltratada y los derechos legales que la asisten.



•Cómo y dónde poner una denuncia. Se interpone en cualquier Comisaría de Policía o en el Juzgado de Instrucción que esté de guardia. Es importante aportar todos los datos posibles sobre las circunstancias en las que se produjo la agresión, sin ocultar u omitir detalles que pueden ser imprescindibles para determinar la gravedad de la conducta.



•En el momento de la denuncia o, en todo caso, en la primera comparecencia ante el juez deben de informar de los derechos que asisten a la mujer.



•Hay que hacer constar si se ha sufrido malos tratos en otras ocasiones.



•Hay que leer detenidamente el texto de la denuncia y antes de firmarla hacer que se incluyan las aclaraciones o ampliaciones que se consideren convenientes.



•Se debe exigir una copia o justificante de la denuncia.



•La copia de la denuncia y la sentencia penal pueden servir de prueba en un proceso matrimonial.



•Marcharse de casa. Cuando está en peligro la propia seguridad de la mujer o la de sus hijos, puede abandonar el domicilio sin incumplir el deber de convivencia, siempre que en el plazo de 30 días se soliciten unas medidas provisionalísimas o se presente una demanda de separación.



•Las medidas provisionales. Son medidas previstas para los casos de urgencia y necesidad. La Ley faculta a cualquier mujer para solicitarlas personalmente del juez de Familia sin necesidad de Abogado ni de Procurador. Contienen la autorización para vivir separados, medidas sobre la custodia de los hijos, disposición de la vivienda y auxilios económicos.



•La demanda. Se interpone en el juzgado de Familia por medio de Abogado y Procurador. Si no se tienen recursos económicos y se ha solicitado asistencia jurídica gratuita el Colegio de Abogados tiene la obligación de prestar el asesoramiento que se necesite, con la finalidad de orientar y encauzar las actuaciones que se decidan realizar.



•Al abandonar el domicilio es necesario llevar:



•Libreta Matrimonial o Partida de Casamiento Civil.



•DNI propio y el de los hijos.



•Cartilla de la seguridad social.



•Numero de documento de la persona con la que se convive.



•Facturas y documentos que acrediten los gastos del sostenimiento familiar.



•Lugares adonde se puede recurrir solicitando refugio.



•Alojamiento en pensiones. Se trata de una medida de emergencia que suele estar subvencionada por el gobierno y que permite pasar la noche hasta lograr el contacto con el sistema de Casas de Refugio.



•Casa refugio de acogida. En situación de extremo desamparo y sin disponibilidad de domicilio, dan protección temporal ante posibles agresiones. Con su experiencia ofrecen apoyo moral y humano para encarar el futuro.

Este material fue adoptado de: http://usuario.tiscali.es/hipatia/tablon/violenciagenero/violenciadegenero.htm

ACTA DE DERECHOS DE LA MUJER MALTRATADA

•Yo tengo derecho a no ser golpeada jamás


•Yo tengo el derecho de cambiar la situación

•Yo tengo el derecho de vivir libre del temor a ser golpeada

•Yo tengo el derecho de requerir y esperar una correcta atención por parte de la policía y los sistemas de atención que necesite

•Yo tengo el derecho de compartir mis sentimientos y no ser aislada de familiares, amigos y otras personas

•Yo tengo derecho a ser tratada como una persona adulta

•Yo tengo derecho a salir de un ambiente de maltrato

•Yo tengo derecho a mi privacidad

•Yo tengo el derecho de expresar mis propios pensamientos y sentimientos

•Yo tengo derecho a desarrollar mis habilidades y talento personal

•Yo tengo el derecho de denunciar a mi esposo/compañero golpeador

•Yo tengo derecho a no ser perfecta.

Fuente: "Understanding Wife Assault", de D.Sinclair y ha sido tomada del libro "Battered wives and powerless loss: what can counsellors do? de Patricia G.Ball y Elizabeth Wyman. (Aparece en www.derechoshumanos.org/violenciacontralamujer)





Echar ácido para desfigurar la cara de una mujer es tan común en Bangladesh que requiere su propia sección en el código penal. (Charlotte Bunch, "The Intolerable Status Quo: Violence Against Women and Girls" en UNICEF, The Progress of Nations 1997, Nueva York: 1997, p. 41).

martes, 17 de agosto de 2010

Submission subtitulado en español

PERFIL DEL NIÑO MALTRATADO

El abuso sexual infantil compromete la totalidad del desarrollo normal del niño, introduciendo en su vida elementos que le son ajenos a su mundo infantil .


A fin de ir perfilando las características del perfil del niño/a abusado, se desglosaran los aportes de las licenciadas Graciela ferreira e Irene Intebi, en cinco dimensiones que no son excluyentes, y se complementan:



Dimensión comportamental: comprende la gama de comportamientos, es decir las acciones que realiza un niño/a.



•Juegos sexuales persistentes y no esperados para su edad y desarrollo.

•Manifiestan a través de sus juguetes lo que otras personas hacen con ellos.

Expresiones y vocabulario con contenido sexualizado.

•Excesiva masturbación o autoestimulación.

•Conductas de flirteo precoces para su edad.

•Besos sexualizados con sus padres o amigos.

•Conductas sexuales compulsivas, incluso priorizarlas a otros intereses.

•Simular actos sexuales con hermanos o amigos.

•Drásticos cambios de conducta (no querer ir a la casa de alguien conocido).

•Conductas autodestructivas como automutilación, intentos de suicidio o escaparse de la casa.

•Reclamos indirectos de pedido de ayuda, principalmente a sus madres.

•Pesadillas, terrores nocturnos persistentes. Fatiga crónica.

•Demasiado obediente o demasiado agresivo.

•Volver a mojar la cama, cuando ya se había superado esta etapa.

•Búsqueda compulsiva de afecto y aceptación.

•Depresión crónica, ansiedad, conductas fóbicas.

•Perturbación sicosexual posterior.

•Preocupación excesiva por la higiene o arreglo personal.

•Abandono de hábitos y descuido.

Dimensión Psicodinámica: comprende las esferas psíquicas conscientes e inconscientes. Integran esta dimensión los afectos, los sentimientos y las emociones.



•Baja autoestima / pobre imagen de sí mismos.

•Volver a comportamientos de etapas previas.

•Abandono de los deportes.

•Pérdidas de ilusiones, cinismo, desinterés.

•Rebeldías, conflictos con la autoridad.

•Sumisión, o rebeldía extrema .

•Dibujos tenebrosos, remarcados, dramáticos, borroneados, tachados, a su vez, pueden ser destrozados con furia.

•Rebelión o enojo hacia la madre.

•Se esconden durante horas en armarios o rincones.

•Miedo (de ir a la guardería, club, casa de una amiguita, etc.).

•Sufrimiento y dolor.

•Terror (a ciertas cosas o características personales que persisten con el tiempo).

Perfil de la Mujer Maltratada

El concepto de mujer maltratada hace referencia específica al género femenino, en un contexto social en el cual la mujer reviste una posición de inferioridad, dado que aún hoy en la sociedad el hombre detenta el poder prevalente.




En tal sentido compete a la mujer demostrar a través de su capacidad personal que puede ocupar posiciones sociales de envergadura, mientras que al hombre las mismas le resultan adscriptas por su condición de género, sin necesidad de acreditación específica. Consecuentemente, de manera abierta o encubierta, el rol social de la mujer implica notorias desventajas, que la tornan susceptible de mayores abusos y malos tratos.



El concepto de mujer maltratada es una construcción teórica que permite un mejor enfoque de un serio problema social, tras el cual se congregan innumerables casos y secuencias personales, con matices muy particularizados, que sufren directa o indirectamente malos tratos, y también aquellos casos de evidente exposición a los mismos. Por ello este concepto no es una etiqueta estigmatizante que congela a un individuo en una posición social valiosa, sino una generalización definida, a partir de uniformidades evidenciadas en el reconocimiento de vastísimos casos particulares, que asegura un mejor análisis global, premisa indispensable para la evaluación de las perspectivas preventivas y correctivas pertinentes.



Dadas las condiciones sociales que enmarcan al problema, nadie puede perfilarlo como un tema ajeno, pues todos de alguna manera somos susceptibles de ser alcanzados por él.

En función de estas posiciones previas cabe explicarse los lineamientos generales que perfilan la “mujer maltratada”.



La psicóloga norteamericana Lenore E. Walker, precursora de los trabajos en esta problemática, en su clásico libro “The Battered Woman” (New York, 1979), la describe así: “Una mujer golpeada es una mujer que ha sido repetidamente sometida a coerción física o psicológica por un hombre para que ella hiciera algo que él deseaba, sin tomar en cuenta los derechos de ella. Mujeres golpeadas pueden ser esposas u otras mujeres con diferentes tipos de relaciones íntimas con los hombres. Para categorizar a una mujer como golpeada la pareja debe haber pasado por el ciclo de la violencia al menos dos veces. Cualquier mujer puede hallarse en una relación abusiva con un hombre una vez. Si ocurre una segunda vez, y ella permanece en la situación, se la define como mujer golpeada”.



La sola remisión a la fecha de publicación de esta investigación demuestra su carácter pionero en el tema de la violencia familiar, el cual se proyectó y aún continúa con su instituto, de reconocida trayectoria a nivel internacional; pero a la vez llama a reflexionar sobre lo novedoso del tratamiento de un tema que data desde la antigüedad.



La Dra. Walker se refiere a la “mujer golpeada”, concepto que, siguiendo a la Lic. Graciela Ferreira, se prefiere ampliar a “mujer maltratada”, ya que es más adecuado referirse a “maltrato”, en razón de que el mismo comprende todo tipo de abuso, que a la denominación golpeada, que remite a un encuadre directo de connotaciones físicas. Los tipos de coerción apuntados por la Dra. Walker se discriminan en físicos o psicológicos; pero pareciera más ajustado y actual ampliar su espectro, incorporando las categorías de coerción moral, religiosa, financiera y sexual, entre otras, sin que ello requiera plantearlas como categorías excluyentes, ya que pueden presentarse separadas o simultáneamente. Así el abuso físico por lo general va acompañado de coerción psicológica y puede o no presentar violencia sexual. Continuando con la definición, en la misma se hace referencia exclusiva al “hombre” como persona que ejerce coerción hacia la mujer; pero es precisamente a partir de la experiencia en el trabajo con mujeres que procede ampliarlo a las relaciones:



1) con personas del mismo sexo;

2) de los hijos hacia sus madres;

3) de ellas como víctimas de violencia hacia sus hijos; y

4) en sus familias de origen la violencia de los padres a sus hijas mujeres.

Perfil del Hombre Violento

El perfil del hombre violento no puede ser categorizado por variables tales como: edad, clase social, nivel educacional, ocupación, religión, lugar de residencia, etc., debido a que puede configurarse con cualquiera de las variables mencionadas, lo cual no implica dejar de reconocer que, la asociación entre algunas de ellas, puede potenciar el riesgo de conductas violentas.


Investigadores de distintos países, incluido el nuestro, han elaborado importantes aportes a fin de ir conociendo el perfil del hombre violento. En tal sentido, pueden ser consideradas, a los fines analíticos, en cinco dimensiones:



•Dimensión comportamental: comprende la gama de conductas, amenazas, agresiones verbales y físicas que realiza una persona.

•Deseo de control : vive obsesionado por ejercer el dominio entre quienes lo rodean, especialmente hacia su mujer e hijos/as. Argumentan: “yo controlo todo, para vivir bien”, en proceso de recuperación reconocen: “tenía todo bajo control porque tenía miedo”.

•Celos: pueden convertirse en una obsesión. Sonkin señala: "Los celos deben entenderse como un indicador significativo de su potencial homicida".

•Doble fachada : por lo general, en público es seductor, simpático, amable, pero en la intimidad de su hogar puede llegar a ser muy agresivo y violento. No es extraño caer en la seducción de su discurso, incluso para jueces, policías, profesionales, amigos y parientes.

•Aislamiento : impone el aislamiento social de su entorno familiar, una vez que se ha cerrado el cerco se acrecienta el dominio sobre su víctima, y no es casual que la mujer exprese que su casa se convierte en una verdadera “cárcel”, se asegura que ella no se irá quitándole el dinero, las llaves del auto y dejándola encerrada hasta que él llegue, es decir prácticamente un secuestro en el propio hogar. Una mujer relata: llegó un momento que ni al almacén podía ir, otra comenta: antes de salir me dejaba desconectado el teléfono y me encerraba en casa, estaba embarazada y una vecina me alcazaba la comida por la ventana.

•Abuso de alcohol/drogas/medicamentos : cabe destacar que no es la causa de un comportamiento violento, a pesar de lo cual se ha comprobado una frecuente asociación, ya sea porque potencia el enojo y la peligrosidad o porque inhibe el autocontrol.

•Repetición del ciclo de la violencia: cuantas más denuncias y episodios de violencia en períodos más cortos de tiempo, mayor peligrosidad del agresor e indefensión en la mujer.

•Violencia hacia terceros : cuanto mayor desenfado e inhibición ante jueces, policías y terceros, más riesgo para la mujer y los/as hijos/as.

•Violentos con las mascotas : pueden llegar a recibir maltratos a causa de la ira del agresor.

•Violencia al volante : el auto puede llegar a convertirse en trampa mortal para sí y terceros, abusa del riesgo y la velocidad.

•Posesión de armas : se presenta en este perfil de hombre una mayor frecuencia en la posesión y uso intimidatorio de armas de fuego, no obstante lo cual cualquier objeto hogareño especialmente los cuchillos pueden convertirse en armas mortales, como así también utizar los puños y los pies u objetos como escobas, cinturones, almohadones ( para asfixiar), hierros calientes (planchas) cigarrillos . La peligrosidad aumenta cuando ya las ha usado o ha amenazado con ellas ha su entorno íntimo.

•Descencadenantes de la violencia : hechos triviales, que por lo general más tarde no se recuerdan.

•No cumple las promesas : ni los pactos, tiene dificultades para acatar normas y límites, incluso los impuestos por el juez.

•Conductas poco asertivas : es decir con dificultad para ejercer sus derechos sin atropellar los de los demás.

•Golpes físicos: algunos con marcas imperceptibles y otros llegan a ser invalidantes (especialmente en la cabeza, en el cuello, y área abdominal durante el embarazo.

•Cambio súbitos e impredecibles de humor : en un momento está bien y rápidamente explota. Al llegar al hogar la mujer y los niños comienzan a inquietarse porque ...hoy no sabemos como va a llegar papá.

•Destruyen objetos : principalmente aquellos significativos para la mujer y los chicos (Por.ej. romper los títulos originales de médica, abogada, destruir diccionarios y libros de texto a profesoras, juguetes a los hijos/as).

•Espionaje : en algunas ocasiones emplea tácticas de espionaje o contrata a terceros, graba las conversaciones o desgraba el contestador telefónico, controla las salidas y las amistades de su mujer a través de sus hijos, compañeros de trabajo, familiares y amigos.

•Autoreforzamiento del comportamiento violento : una vez iniciado se potencia a sí mismo, y no se sabe cómo puede terminar (Donald DUTTON).

•Inmadurez : por momentos sorprende por su agresividad y en otras ocasiones por sus conductas infantiles.

•Irregularidades en el manejo del dinero : desbordes de ganancias y pérdidas y/o estafas. Decisiones arbitrarias en la distribución de recursos, suelen no pagar con regularidad la cuota de alimentos, pero compran una computadora o proponen vacaciones en el exterior.

•Simulacros de irse ... y volver.

•Simulacros y/o amenazas de suicidio u homicidio hacia su pareja, sí mismo e hijos/as, situación extremadamente peligrosa.

•Amenazas: a fin de que sus comportamientos no trasciendan al exterior.

•No concurre a solicitar ayuda : por propia iniciativa, sino a pedido del juez o ante la posibilidad de abandono por parte de su mujer o ante una situación que percibe como límite.

•"Divide y reinarás": utiliza la estrategia de enfrentamientos a fin de obtener beneficio personal.

•Discrimina y genera competencia entre sus hijos/as.

•Familia de origen : cuando la mujer intenta averiguar, especialmente en el noviazgo acerca de las relaciones entre los miembros de su familia origen evita hablar de l tema o da una versión falaz .

•Mentiras: es frecuente que sus dichos no sean ciertos, sino adaptados a su conveniencia.

•Quiebran la conversación : pasando de un tema a otro.

•Mensajes telefónicos : no comunica los mensajes o los borra del contestador telefónico.

•Incapacidad de alternativas al conflicto : por lo general reacciona de inmediato y con violencia, con escasa posibilidad de recursos para soluciones pacíficas.

•Lenguaje confuso : a fin de poder engañar y desdecirse de sus dichos.

•Busca aliados : en su entorno hace proselitismo para su causa. Utiliza a los hijos de mensajeros o espías de las actividades de la madre. Trata de comprometer e intenta la complicidad de los profesionales y coordinadores de los grupos de ayuda mutua.

•Usa frecuentemente el sexo : como señal de poder, recriminando a la mujer lo que en realidad son sus propias falencias y/o problemas ( insultos frecuentes: frígida, lesbiana, puta, atorranta) . El lenguaje a menudo presenta un contenido sexualizado y cosificante hacia la mujer.

•Dificultades y conflictos en el ámbito laboral : con sus compañeros y/o personal jerárquico.

•Selecciona a la víctima: escoge el lugar y forma de ataque.

•Recurre al acoso : como una manera de tomar contacto con la víctima, y hasta persigue a la mujer en el trabajo o cuando está con sus amistades o nueva pareja.

•Anónimo : no siempre se identifica, a veces, recurre a terceros para enviar mensajes, o recurre a llamados telefónicos anónimos (o llama y cuelga), o envía misivas sin firmar.

•Regalos : obsequia regalos de manera interesada, inoportuna, y para lograr el perdón

2) Dimensión Psicodinámica : comprende las esferas psíquicas, conscientes e inconscientes. Integran esta dimensión los afectos, los sentimientos y las emociones.



• Baja autoestima : se sienten inseguros, tanto en el papel de hijos como en el de padre, amante y/o esposo.

• Pensamiento mágico : proyectos irreales, faraónicos, muchos de los cuales terminan en frustraciones. Cuando ingresan a un grupo psicoeducativos pretenden solucionar su problema con la violencia de manera rápida y definitiva.

• Expectativas irreales : esperan que sus esposas e hijos cumplan con sus deseos no explicitados, tienen dificultades para verbalizar sus sentimientos, y luego están, como ellos mismos, dicen “decepcionados”. (Por ejemplo planifican un viaje sin consultar a su esposa, y querer darle una sorpresa o comprar algo que no condice con lo que ella desea).

• Dificultad para expresar sus sentimientos : en algunas ocasiones lo hacen a través de sus conductas, “desde que se fue no fumo, no duermo bien..”.



•• Desarrolla largos monólogos : pueden durar varias horas, especialmente en horarios nocturnos, pregunta y se contesta a sí mismo, no espera una respuesta, no escucha pese a decir que desean dialogar, se tornan situaciones prolongadas peligrosas e irritantes. Puede llegar a ser con el tiempo muy destructivo a nivel emocional para la víctima. Doble mensaje: “te hablo, te ignoro”. Aparentemente busca una solución consensuada, pero no se apartan de su rigidez conceptual.

•Omnipotencia: ¿Para que vas a ir al médico, si nadie te conoce como yo?. “Lo digo yo y basta”.

•Narcisismo : “se mira en el espejo y dice: mirá que lindo que soy tengo los ojos celestes, en cambio vos estás cada vez peor”.

•Obsesividad : "Cuando llegaba a casa, lo primero que iba a controlar era que los soldaditos de colección estuvieran alineados".

•Emocionalmente empobrecido y vulnerable.

•Gran capacidad de persuasión.

•Dependencia emocional de la mujer : esta dependencia puede ser fatal cuando la mujer decide abandonarlo: “ella es todo para mi, si se va no respondo de las consecuencias”.

•Depresión : es frecuente que sufran estados depresivos.

Las diferentes clases de Violencia Familiar: el maltrato infantil, las mujeres maltratadas.

La Violencia Familiar se puede clasificar en diferentes cuadros que tienen características y modos propios de presentarse:



1. MALTRATO INFANTIL: Son situaciones no accidentales en las cuales un niño o una niña sufre daño físico, es privado/a de la satisfacción de sus necesidades básicas de alimentación y cuidados, se lo/a abusa sexualmente, o cuando se le hace un daño mental como resultado de una acción u omisión por parte de quienes tienen funciones paternas, maternas o es cuidador o tutor responsable. Los niños y niñas maltratados comienzan a tener problemas de aprendizaje, de conducta y de salud que no siempre son detectados y/ o comprendidos en su significado por la gente que los trata como las maestras, los amiguitos o los médicos pediatras.



2. MUJER MALTRATADA: El maltrato emocional y/o físico, el abuso sexual, el abuso financiero, los insultos, el abandono, la infidelidad o la amenaza de realizarlos, aislarla de familiares y amigos, controlarla de manera posesiva, golpearla durante los embarazos, etcétera, son las formas más evidentes en que un marido puede ejercer violencia hacia la mujer. Este tratamiento da por resultado una mujer anulada que pierde la confianza en sí misma, en sus capacidades y un progresivo deterioro de su salud psicológica y física.

Por lo común, estas conductas se entremezclan con momentos de arrepentimiento o de tranquilidad y demostraciones de amor, lo que a veces dificulta tomar conciencia de que el problema existe. Aunque los insultos o ataques físicos ocurrieran solamente una vez u ocasionalmente, establecen un antecedente de futuras agresiones y permiten al hombre violento controlar progresivamente toda la vida de la mujer y su entorno, dejándola aislada socialmente pero también desautorizada y rebajada delante de sus hijos.

No hay peor ciego que el que no quiere ver

La violencia se aprende en el hogar

EL CICLO DE LA VIOLENCIA